Explorando las dinámicas emocionales y los factores subyacentes en la tolerancia de las víctimas del bullying al maltrato.
En el blog anterior “¿Cómo evitar comportamientos negativos de nuestros hijos con otros compañeros?” Hablamos sobre cómo es que un pequeño adopta conductas violentas y las lleva al salón de clase, ahora hablaremos sobre las víctimas: ¿Por qué permiten que se les maltrate?
El fenómeno del acoso escolar es un problema grave que afecta a muchos niños y niñas en todo el mundo, por lo que resulta desconcertante tratar de comprender porqué algunas personas se convierten en víctimas de bullying y permiten que otros las maltraten ¿Cuál es la diferencia social entre los niños que son víctimas y aquellos que no son acosados?
La dinámica familiar de las víctimas de bullying es a menudo una agresión pasiva: parecen no reaccionar ante el maltrato, como si las emociones no fueran sentidas o no tuvieran importancia. Esta actitud puede dificultar la autoprotección de las víctimas y su capacidad para expresar cómo se sienten al no poder reflejar sus sentimientos ante sus padres o tutores, llegando a tener una imagen emocional borrosa y difusa de sí mismos; obteniendo como resultado la falta de valoración,buscan pasar desapercibidos y pueden tener dificultades en sus interacciones con los demás; esto debido a la variedad de emociones que no saben cómo manejar, buscando aislarse para sentirse más seguros.
¿Cómo lo podemos identificar?, es importante destacar que reconocer y abordar las emociones es un paso fundamental para superar el papel de víctima: Los niños necesitan aprender a decir: «Me hago cargo de mi tristeza, de mi enojo», negar las emociones, más bien reconocerlas y tomar la responsabilidad de manejarlas de manera saludable.
Los padres suelen darse cuenta de que sus hijos son víctimas de acoso a través de señales evidentes como: llegar tristes y/o lastimados a casa, mostrar resistencia a ir a la escuela, pretextos de dolores de estómago o experimentar dificultades para dormir o comer. Estas manifestaciones físicas y emocionales son una clara señal de que los niños están siendo víctimas de abuso.
Es interesante notar que los líderes positivos, aquellos niños seguros de sí mismos y con una autoestima sólida, no temen a los acosadores. Es posible que estos niños se sientan respaldados por su entorno familiar y hayan aprendido a establecer límites y a defenderse de manera asertiva.
Por otro lado, ¿qué pueden hacer los testigos, aquellos niños que presencian el bullying pero no son ni víctimas, ni agresores? Ellos tienen un papel crucial en la prevención y la intervención del acoso escolar, y si bien, no les afectará directamente el maltrato de los acosadores, tienen la capacidad de marcar la diferencia al mostrar empatía, apoyo y solidaridad hacia las víctimas al tomar una postura activa contra el bullying y al promover una cultura de respeto y aceptación; los testigos pueden desempeñar un papel clave para poner fin a esta problemática y crear un entorno escolar más seguro y saludable.
En conclusión, el fenómeno del bullying plantea interrogantes sobre por qué algunas personas se convierten en víctimas y permiten el maltrato y porqué es importante que quienes están presenciando una situación de bullying no se queden mirando como espectadores, sin hacer nada.
La dinámica familiar, la desconexión emocional y la falta de habilidades para manejar las emociones son factores que contribuyen a esta situación. Sin embargo, al reconocer y abordar las emociones, los niños pueden tomar el control de su propio bienestar emocional y superar el papel de víctima. Los testigos juegan un papel importante al mostrar apoyo y solidaridad hacia las víctimas y al promover una cultura de respeto en el entorno escolar.
Blog escrito por Lena Villagrán Rodríguez, estudiante de la Universidad Iberoamericana.
Agradecimiento especial a la Lic. Estrella Calva, especialista en Proeducación en psicoterapia y tallerista de conferencias a padres de familia y maestros para tratar temas de bullying.
¡Muchas gracias, Estrella por la increíble entrevista que tuvimos contigo, donde nos brindaste información valiosa para ayudarnos a entender mejor este tema. Tu experiencia y conocimientos fueron invaluables para nosotros.
