salud mental en niños y niñas

«La salud mental es  parte vital de la salud en general y no debería ser minimizada.»

Los seres vivos  tenemos un mecanismo para encontrar un equilibrio físico y  mental, esto se llama homeostasis que consiste en el proceso mediante el cual los organismos mantienen un equilibrio interno estable y constante, a pesar de los cambios en el entorno. Esto se logra mediante una serie de procesos fisiológicos que controlan y regulan las variables internas del cuerpo, como la temperatura, el pH, la presión arterial, el nivel de glucosa en sangre, etc. Es importante mencionar que si falla alguno de estos procesos, fallan todos.

Estar mentalmente sano durante la infancia significa alcanzar los indicadores de desarrollo y emocionales, así como aprender destrezas sociales saludables y enfrentar los problemas que puedan presentarse. Los niños mentalmente sanos tienen una calidad de vida positiva y pueden desempeñarse bien en el hogar, la escuela y sus comunidades.

Un niño o niña angustiado o con miedos, no está pasando por una enfermedad como tal,  pero es un pequeño que no la está pasando bien. Estos son algunos de los factores que influyen para que un infante no se encuentre completamente estable:

  • Historial personal
  • Contexto actual
  • Salud física  
  • Problemas en su  desarrollo: ya sean cognitivos o físicos

Ahora bien, hemos escuchado hablar sobre la “ansiedad” y se refiere a una respuesta emocional normal a situaciones estresantes o amenazantes, pero que puede convertirse en un trastorno cuando es excesiva o desproporcionada, es uno de los síntomas que nos indican de que algo no está funcionando bien y  viene desde que el pequeño no entiende lo que siente. 

La ansiedad se caracteriza por sentimientos de:

  • Tensión
  • Preocupación
  • Nerviosismo
  • Inquietud y miedo

Y puede manifestarse en síntomas físicos como:

  • Sudoración excesiva
  • Palpitaciones
  • Temblores
  • Dolores de cabeza
  • Problemas gastrointestinales 
  • Alteraciones en el sueño
  • Pérdida o exceso de apetito
  • Dificultad para concentrarse
  • Actividades autodestructivas (quitar los pellejitos de los dedos y manos)

¿Cómo ayudar a mi hijo si se enfrenta a un cuadro de ansiedad? Primero reconocer las emociones, que son reacciones físicas a situaciones internas y externas. Cualquier emoción es muy importante y hay que permitir que las emociones sean parte de la experiencia diaria para los niños y niñas, abrazarlas y verlas como una herramienta para el crecimiento y la mejora personal.

Lo sano es sentir:

  • Enojo
  • Alegría 
  • Tristeza 

Por otro lado, la escuela puede ser un detonador a la ansiedad, debemos dejar de encasillar a los niños y niñas con objetivos comunes, todos tenemos nuestras habilidades, capacidades y áreas de oportunidad pero no son un limitante. 

Por ejemplo, cuando un pequeño no sabe las tablas y el maestro o maestra le pide quedarse en el recreo para estudiar, esta acción impide que el niño o niña desarrolle habilidades sociales y físicas. Para apoyar mejor al infante debemos enfocarnos en tratar de entender por qué no se aprende las tablas y desmentir el miedo primitivo que los hace pensar que “si reprueban matemáticas, tal vez ya no los quieran o si no aprueban matemáticas es que no son listos” 

En este punto se puede reforzar el trabajo con el pequeño para que encuentre en lo que realmente es bueno. Y ¿Cómo pueden descubrir en qué son buenos? Bueno, pues la clave con los niños y niñas es el juego, ya que va regulando, gestionando y les permite entender quienes son. Esto ayuda a que los padres y madres de familia puedan abrir puentes de comunicación reales, que implican escucha y observación.

Al enfrentarnos a situaciones difíciles, es común experimentar una amplia gama de emociones, como tristeza, enojo, ansiedad o frustración. Estas emociones pueden resultar abrumadoras e incluso paralizantes en algunos casos, pero también pueden ser una señal de que algo no está bien en nuestra vida y que necesitamos hacer un cambio. En este sentido, las crisis emocionales pueden ser una oportunidad para reflexionar sobre nuestras prioridades, objetivos y para tomar decisiones que nos lleven a una vida más satisfactoria. También pueden ayudarnos a comprender mejor a los demás y a desarrollar una mayor empatía y compasión.

Finalmente, te compartimos este cuento que pueden ayudar a desarrollar  un mejor entendimiento sobre las emociones 

  • El monstruo de las emociones – Anna Llenas, editorial Flamboyant

Blog escrito por Lena Villagrán Rodríguez, estudiante de la Universidad Iberoamericana

Agradecimiento especial a Mariana Ruiz de la Fundación Ámbar, especialista en psicología especializada en terapia y juego. Muchas gracias, Mariana por la increíble entrevista, brindándonos información valiosa para ayudarnos a entender mejor este tema. Su experiencia y conocimientos fueron invaluables para nosotros.

 

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