Educación inclusiva: hablemos de discapacidad.

Actualmente, en la pedagogía se habla mucho sobre los retos que la educación debe proponerse para elevar su nivel: deserción escolar, desigualdad económica, de género, violencia, infraestructura escolar deficiente, entre otros. La educación enfrenta desafíos como éstos que afectan la calidad y la equidad del sistema educativo, pero ¿qué hay de aquellos que involucran hacer de la educación un espacio no sólo más inclusivo, sino informado? Poco se habla sobre el reto que significa la discapacidad para un sistema tan normativo como la educación, ya que, históricamente ha sido y continúa siendo un tema inexplorado por lo complejo que es. Sin duda, no solo las personas con discapacidad tienen problemas con acceder a la educación, sino que la educación misma no permite el acceso a un diálogo y comprensión activa sobre la discapacidad.

La OMS define a la discapacidad como cualquier restricción o impedimento de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para el ser humano. Es decir que las personas con discapacidad, al enfrentarse con diversas barreras pueden impedir su participación plena y efectiva en la sociedad. El problema con este tipo de definiciones es que, primeramente, se concibe a las personas con discapacidad como carentes, lo que ocasiona que inmediatamente ocupen un lugar en el sistema en el que son vistos con condescendencia o incluso desprecio. En segundo lugar, definiciones como la de la OMS se basan en aquello que se considera “normal”, entendido como la norma, aquello que busca plantear un ideal a partir del cual lo demás ha de hegemonizarse. 

Esto resulta sumamente conflictivo para pensar a la discapacidad, ya que sus formas de manifestación abarcan desde lo sutil (no todas las incapacidades son visibles) hasta formas más evidentes, como deficiencias físicas, motrices o sensoriales. Además, resulta conflictivo rastrear una “normalidad” para hablar de la vida, ya que excluye a la diversidad en toda su expresión.

En México, y en general en el mundo, no hay educación activa sobre la discapacidad, y realmente, la experiencia estándar sobre la discapacidad de una persona que encaja más en las normas sociales se reduce a una acumulación de prejuicios y concepciones bastante alejadas de la realidad sobre estas formas de vida. Yasmin Sheikh, coach y entrenadora de la diversidad, comparte en TEDx su experiencia: “…la mayoría del tiempo no me siento diferente, a pesar de mi discapacidad. Pero cuando sí, es al darme cuenta de que la sociedad está organizada de cierta manera para interactuar de manera diferente conmigo. Eso me hace sentir mucho más distinta que mi discapacidad”(TEDx, 2018, minuto 10:29)  .

Yasmin arroja luz sobre un problema fundamental: la gente con discapacidad se encuentra excluida por el propio sistema y por la educación, ya que se trata de cuerpos con distintas experiencias a las que son consideradas “normales”.

Por otro lado, en los casos donde la educación aporta espacios para la discapacidad, como escuelas para sordos, para ciegos, el problema es la segregación: se crean espacios que, aunque pueden significar una atención y trato más específicos para estudiantes con discapacidad, al fin y al cabo, son espacios excluyentes, que podrían seguir reforzando la diferencia e ignorancia sobre la discapacidad.

Puede decirse que el mayor problema que la educación enfrenta para una mejor inclusión de la discapacidad, además de la segregación, es la falta de conocimiento sobre las necesidades de las personas; no sólo hay prejuicios alrededor de cómo experimentan la vida las personas discapacitadas, sino que hay mucha ignorancia y falta de capacitación pedagógica, al igual que falta de convivencia. Hablar sobre discapacidad presupone varios retos que vienen de la propia manera en que se ha dado la educación: en primer lugar, se trata de un reto histórico, ya que a lo largo de la historia la discapacidad se ha concebido como una carencia, un mal, e incluso como algo de lo que reírse. Resignificar la discapacidad sería resignificar la historia de la discapacidad, desde nuestro presente y con herramientas distintas que permitan una educación inclusiva. Así, podrían abrirse nuevas oportunidades para la educación, como la adaptación e innovación pedagógica, la conciencia social y el desarrollo equitativo de las personas.

 

Blog escrito por Regina Oteiza, estudiante de Filosofía y participante en el programa de servicio social de la Universidad Iberoamericana. Agradecemos a Stephania Escalera González, Licenciada en Pedagogía con especialidad en Educación Inclusiva por parte de la UPN, que nos otorgó esta entrevista para la creación de este blog.

 

Fuentes:

Conferencia de Yasmin Sheikh: 

TEDx.(2018).Disability does not mean inability [https://www.ted.com/talks yasmin_sheikh_disability_does_not_mean_inability

https://www.gob.mx/issste/articulos/hablemos-de-discapacidad idiom=es#:~:text=La%20OMS%20define%20a%20la,normal%20para%20el%20ser%20humano%E2%80%9D ]

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