Considerando urgente, en la zona escolar recuperar los aprendizajes, principalmente de la asignatura lengua materna español en todos los alumnos, principalmente de los del medio rural multigrado lo elemental es rescatar y desarrollar las competencias lectoras y de redacción que son capacidades básicas y generadoras de otras muy variadas e importantes para la vida en sociedad y no solo para la vida escolar.

Después de leer… ¡Hay que hacer! nace de la lectura, pero se relaciona no solo con la asignatura de español, sino que sirve como tema transversal para la totalidad de materias del currículo escolar y al final obtenemos productos de redacción de infinidad de temas.

Nombre completo: Ma. Guadalupe Martínez García
Función y nombre de la escuela: Supervisora. Supervisión escolar 210
Municipio/alcaldía y entidad federativa: Tula, Tamaulipas

Ubiquemos la Buena Práctica
Categoría: Recuperación de Aprendizajes
Nivel y modalidad educativa: Primaria multigrado
Grados escolares: 1° a 6°
Turno: Matutino

 

Fines perseguidos:
Después de pasar en el ámbito educativo por un alejamiento de las aulas por casi dos ciclos escolares a causa del COVID-19 pude observar como la pandemia formó grandes perturbaciones en el aprendizaje de los niños, haciendo más estrecha la oportunidad de un desarrollo educativo y transformacional del contexto.

Como supervisora, desde mi ámbito de acción, con siete escuelas multigrado rurales y una de organización completa en el ámbito urbano considere necesario adoptar medidas urgentes pero efectivas, contextuales, motivantes y metacognitivas para recuperar los aprendizajes de cada uno de esos niños que, en muchos de los casos ni siquiera realizaban actividades en casa durante la pandemia.

Al realizar las visitas al aula recién regresando de pandemia me encontré con un panorama por demás desfavorecedor: alumnos inhibidos, introvertidos, callados e inseguros que no participaban en clase, no convivían con sus compañeros y que en muchas ocasiones era incluso difícil para el maestro saber los aprendizajes previos de sus alumnos encontrando incluso alumnos de segundo grado que no sabían tomar
el lápiz.

Todos los maestros frente a grupo se encuentran con la realidad del desfase en aprendizajes básicos para el grado en el que se encuentra el alumno. Con frecuencia escucho por parte de los docentes (sobre todo en el medio rural): la mayoría de los alumnos de terceros grados saben solamente los contenidos que se alcanzaron a desarrollar en los dos primeros tercios del ciclo escolar (septiembre a marzo) del ciclo 2019-2020 ya que padres o tutores carecían de la capacidad para acompañarlos en el proceso enseñanza-aprendizaje.

Considerando urgente, en la zona escolar recuperar los aprendizajes, principalmente de la asignatura lengua materna español en todos los alumnos, principalmente de los del medio rural multigrado lo elemental es rescatar y desarrollar las competencias lectoras y de redacción que son capacidades básicas y generadoras de otras muy variadas e importantes para la vida en sociedad y no solo para la vida escolar.

Después de leer… ¡Hay que hacer! nace de la lectura, pero se relaciona no solo con la asignatura de español, sino que sirve como tema transversal para la totalidad de materias del currículo escolar y al final obtenemos productos de redacción de infinidad de temas.

Después de todo esto, los desafíos son muchos, no muy variados, pero sí importantes, tan importantes como para afectar, pausar o retroceder la lectura y la redacción, es urgente trabajar en los siguientes retos:

* Los alumnos encuentran un desface en conocimientos de casi dos ciclos escolares.
* Primero, segundo y tercer grado casi se encuentran al mismo nivel.
*  Aun en el ciclo escolar 2022-2023, muchos de los alumnos de quinto y sexto grado se encuentran al nivel de cuarto grado
* Alumnos que, durante la pandemia se alejaron completamente de las actividades educativas encontrando expresiones en los padres o tutores tales como: pues que repruebe, ya ni cuaderno tiene; perdió el cuadernillo.
* Padres de familia y tutores que encontraron la oportunidad de que su hijo, durante la pandemia resultara económicamente activo o colaborara con las actividades del hogar y por lo tanto se alejaron de las actividades escolares.
* Alumnos que no saben leer o que no practican la lectura de una forma analítica, variada y motivante, mucho menos por gusto.

La estrategia Después de leer… ¡Hay que hacer! Nace de la necesidad de realizar múltiples actividades después de leer un libro direccionándose hacia los siguientes objetivos:

Objetivo general:
Recuperar aprendizajes primordiales a través de la lectura y escritura de producciones propias motivantes e innovadoras.

Objetivos específicos:
* Desarrollar en el niño el amor por la lectura y la escritura
* Lograr un avance en comprensión lectora, producción de textos y mayormente en actividades que desarrollan un pensamiento crítico, lógico, analítico y reflexivo.
* Producción de textos propios, poniendo en juego también el autoconocimiento y la metacognición. al pensar de forma autónoma (autoexpresión y análisis) y en resolución de problemas escritos tanto reales como imaginarios.
* Recuperar contenidos básicos de la asignatura de lengua materna español al asociarlos con la lectura realizada.
* Retroalimentar y ejercitar contenidos básicos de la asignatura de español.

Puntos clave de la práctica:
Desde fuera yo observaba que muchos docentes para verificar la comprensión lectora, diariamente solicitaban a sus alumnos “leer y escribir lo que entendieron” y así, los niños y niñas diariamente, durante todo el ciclo escolar monótona y robóticamente “escribían lo que entendían” después de la lectura.

Al observar lo anterior recordé una estrategia que, a mí, en lo personal; estando frente a grupo en una escuela primaria multigrado bidocente de la zona 210 en Tula, Tamaulipas (aproximadamente en el ciclo escolar 2015-2016) me daba excelentes resultados y que se generó como resultado de una búsqueda de innovación y sembrar en el niño el amor por la lectura, la escritura y alejarlos del tedio y las practicas repetitivas.

Posteriormente, en el ciclo escolar 2018-2019 se implementa en la zona escolar 097 de Bustamante, Tamaulipas en algunas escuelas multigrado y es ahí donde se nombra la estrategia como “Después de leer… ¡Hay que hacer!

El mayor impacto y éxito de la estrategia se desarrolla en que, al existir fichero en versión a (multigrado) y versión B (organización completa) con 20 hasta 34 propuestas de actividades en fichas (dependiendo del grado) que se facilitan para su producción se pudieron abarcar las siete escuelas rurales y la de organización completa urbana de la zona 210 desde el ciclo escolar 2019-2020 y hasta la fecha, además de que se ha compartido en la totalidad de zonas del sector escolar núm. 37 logrando un avance en comprensión lectora y redacción en la mayoría de los alumnos.

Dentro de las fichas de actividades se incluyen datos del lector, del libro y un detector de emociones que desarrollan en el alumno aprendizajes e identificación de emociones que conllevan a la autorregulación, autonomía y seguridad del estudiante.La libertad otorgada al alumno para elegir la lectura y escribir sobre ella desde 20 hasta 34 actividades diferentes le crea seguridad y decisión, además de que se siente motivado por saber qué nueva actividad  escrita podrá realizar después de leer.

Material:
1. Libro de la biblioteca escolar o de aula que sea de la preferencia de los alumnos.
2. Lámina con las actividades de después de leer enumeradas del 1 al 35
3. Pelotas de unicel o taparroscas con números del 1 al 35
4. Tómbola
5. Fichero Después de leer… ¡Hay que hacer! versión A (multigrado) o versión B (organización completa)

¿Cómo se desarrolla?
Actividad inicial general:
El maestro lee con alguna modalidad de lectura (en voz alta, compartida, guiada, comentada, en episodios, etc.) el libro de la biblioteca escolar o de aula elegido por los alumnos, realizando preguntas que generen la inferencia, predicción, confirmación, autocorrección y meta
cognición.

Opción 1
Después de la lectura en voz alta, un alumno del grupo toma de la tómbola una pelota de unicel y todo el grupo realiza la actividad que marca el número de la pelota según lo menciona en la lámina (hoja con listado). Para generar el producto se puede utilizar el formato de la actividad sugerida en la antología multigrado o del grado especifico escolar (Versión B) Después de leer… ¡Hay que hacer! en donde se
solicitan datos del libro, incluye instrucciones y el número de la actividad a realizar.

Esta actividad es apropiada para el primer y segundo trimestre del ciclo escolar, momento en el cual los alumnos se están apropiando de los contenidos enlistados en las sugerencias de después de leer.

Opción 2
Después de la lectura, cada alumno integrante del grupo saca de la tómbola una pelota de unicel y realiza la actividad que se menciona en la lámina, así tendremos actividad diferenciada (producto) para cada alumno.

Se puede utilizar el formato de la actividad sugerida en la antología Después de leer… ¡Hay que hacer! que solicita datos del libro, incluye instrucciones y el número de la actividad a realizar.

Esta actividad es apropiada para el tercer trimestre del ciclo escolar, momento en el cual ya se han tratado la mayoría de los temas presentados en la lista de sugerencias de después de leer.

Opción 3
El alumno realiza la lectura en casa; previamente, en el aula elige la actividad a desarrollar después de la lectura y, con el lector acompañante realiza el llenado de la ficha el formato sugerido de Después de leer… ¡Hay que hacer!

Opción 4
Se realizan las actividades por todo el grupo siguiendo el orden de la lista sugerida.

Opción 5
Para trabajar a distancia, el alumno elige la actividad que desea realizar después de la lectura que, de preferencia sea corta y se anexe antes de cada actividad, aquí se sugiere que la lectura esté coordinada con los contenidos programáticos de manera secuencial y por trimestre.

Actividad final:
Se les presenta a los alumnos las partes externas del libro y los elementos a considerar (portada: título, autor, ilustración, contraportada: biografía del autor y reseña del libro, lomo: título del libro y autor)

Producto

Mi libro de después de leer
¿Cómo se hace? Sugerencia:
1. Se recortan los dos lados anchos de la caja y uno de los lados largos de medidas aproximadas a las de una hoja tamaño carta y con ella se forma el libro con sus partes (portada, lomo y contraportada) (en escuelas rurales se cuenta con la caja de útiles de CONAFE apropiada para la actividad)
2. El alumno escribe un título para su libro, escribe su nombre (autor) e ilustra la portada.
3. Escribe la reseña del libro en un tramo de papel y la pega en la contraportada.
4. Le dicta a un compañero o al maestro su autobiografía y así queda la biografía del autor que se pega en la contraportada (puede incluir su fotografía)
5. Se anexan (con un broche) cada una de las producciones del alumno.

Principales cambios observados
Producción de textos que cumplen con su propósito comunicativo; contenido más amplio, con ideas más acertadas y completas con uso variado de vocabulario.

Actividades que desarrollan un pensamiento crítico, lógico, analítico y reflexivo al momento en que el alumno produce sus propios textos, poniendo en juego también el autoconocimiento y la metacognición al pensar de forma autónoma (autoexpresión y análisis) y en resolución de problemas tanto reales como escritos.

La mayoría de los alumnos logran avanzar de nivel en comprensión lectora y producción de textos en la aplicación de la herramienta de SISAT ya que, con este tipo de actividades se realiza la inferencia, anticipación, predicción, confirmación, autocorrección y metacognición.

Afortunadamente los docentes, al conocer la estrategia se mostraron interesados y por lo tanto motivados a experimentar con la innovación y es que el éxito de la estrategia está en manos de los maestros ya que son ellos quienes la van a desarrollar con un mínimo de recursos y materiales.

Entre colegas: recomendaciones para hacer uso de la estrategia o de sus componentes
Definitivamente lo principal es contar con la intención de hacer de la lectura y la producción de textos algo divertido y posteriormente contar con disponibilidad y experimentar que la estrategia funciona y que se presentan diferentes opciones o variantes de aplicación, que no necesariamente debemos de utilizar las fichas impresas; podemos realizar las actividades en el cuaderno ya que con la continuidad los
alumnos llegan a aprenderse qué datos del libro se solicitan (titulo, autor, ilustrador, clasificación) y el mismo cuaderno se puede convertir en el producto final: El libro de después de leer al que se le puede incluir un titulo elegido por el alumno.

Las fichas no tienen caducidad ni fin ya que al leer un libro diferente la ficha tendrá un tema diferente; su aplicación es infinita.

Aunque el siguiente ciclo escolar aterrizaremos un nuevo programa de estudio los contenidos de las fichas son y seguirán siendo contenidos primordiales.

Material multimedia de soporte
Carpeta de evidencias:
https://drive.google.com/drive/folders/1yCvUPA-XOPLdVNlhL0P15W-MuclfvWMC?usp=sharing

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