Hoy en día, muchos niños no saben de dónde provienen los alimentos que consumen diariamente. Además, con el creciente problema de la obesidad infantil, es importante enseñarle a los niños sobre la importancia de una alimentación saludable y sostenible.
Los huertos escolares son una excelente manera de educar a los niños sobre sostenibilidad y alimentación saludable. A través de la jardinería, los estudiantes pueden aprender sobre el ciclo de crecimiento de las plantas, la importancia del cuidado del medio ambiente y los beneficios de consumir alimentos frescos y nutritivos.
Entre los beneficios de los huertos escolares se encuentran:
- Educación práctica: Los huertos ofrecen una experiencia de aprendizaje práctica y divertida.
- Hábitos alimenticios saludables: Los niños que participan en la jardinería son más propensos a probar y disfrutar las frutas y verduras.
- Conexión con la naturaleza: Trabajar en un huerto ayuda a los niños a desarrollar una apreciación por la naturaleza y el medio ambiente.
- Trabajo en equipo: Los proyectos de jardinería fomentan la colaboración y el trabajo en equipo entre los estudiantes.
- Desarrollo de habilidades: Cuidar un huerto enseña responsabilidad, paciencia y perseverancia.
La sostenibilidad es fundamental en estos proyectos, cuidar el planeta de manera que podamos disfrutarlo hoy y dejarlo en buen estado para las futuras generaciones. Esto significa aprovechar los recursos naturales (como agua, árboles y energía) de forma responsable, para que no se agoten y podamos seguir viviendo en un mundo limpio y saludable.
Para hacer la experiencia más divertida y educativa, aquí hay algunas actividades de jardinería que pueden implementar en los huertos escolares:
- Plantación de semillas
Los niños pueden comenzar plantando semillas en macetas y observar su crecimiento. Ejemplos de plantas fáciles de cuidar y que crecen rápido incluye hierbas como albahaca, perejil, cilantro, lechuga, rábanos, espinacas, fresas y caléndula. ¡Son fáciles de cuidar y crecen rápido! Esta actividad les enseña sobre la importancia del agua y la luz solar. Puedes adquirir semillas muy fácilmente en tiendas como The Home Depot, supermercados como Chedraui, Soriana, Bodega Aurrera, Walmart u online en Amazon, Mercado Libre o Semillas Online México.
- Creación de composta
Enseñar a los estudiantes a crear composta con restos de comida y desechos del jardín es una excelente manera de aprender sobre el reciclaje y la sostenibilidad. Los materiales necesarios incluyen un contenedor de composta, materiales verdes (restos de alimentos frescos, cáscaras de huevo, posos de café) y materiales marrones (hojas secas, cartón sin tinta, papel sin tinta, virutas de madera). Los pasos para hacer la composta incluyen:
- Preparar el contenedor: Asegúrate de que el contenedor tenga agujeros para permitir la ventilación. Coloca una capa de materiales marrones en el fondo para ayudar con el drenaje.
- Añadir materiales verdes y marrones:
- Materiales verdes: Restos de frutas y verduras, cáscaras de huevo, posos de café.
- Materiales marrones: Hojas secas, cartón, papel, virutas de madera.
- Alternar capas: Añade una capa de materiales verdes, luego una capa de materiales marrones. Sigue alternando capas.
- Mantener la composta:
- Revolver: Cada semana, mezcla la composta para airearla y acelerar la descomposición.
- Mantener húmeda: La composta debe estar húmeda como una esponja escurrida, pero no empapada. Si está seca, añade un poco de agua.
- Esperar y observar:
- Descomposición: En unas pocas semanas a meses, dependiendo del clima y los materiales, la composta comenzará a descomponerse.
- Producto final: Cuando la composta esté oscura y con olor a tierra, estará lista para usar en el jardín.
Es importante enseñarles qué alimentos pueden ir en la composta (frutas, verduras, cáscaras de huevo) y cuáles no (carne, productos lácteos, aceites, restos de comida cocida, excrementos de mascotas, plantas enfermas). Con este método podemos concientizar sobre formas de reciclar y aprender sobre la sostenibilidad.
- Cultivo de hortalizas
Cultivar hortalizas como tomates, zanahorias y lechugas permite a los niños cosechar y probar sus propias verduras, aprendiendo sobre la importancia de una dieta balanceada.
- Diario del huerto
Llevar un diario donde los estudiantes registren el crecimiento de las plantas y sus observaciones.Fomenta la escritura y la observación científica.
- Día de la Cosecha
Organizar un día especial para cosechar los productos del huerto y preparar una comida saludable juntos. Para el Día de la Cosecha, una comida saludable que los niños pueden preparar y disfrutar podría ser una ensalada fresca utilizando los ingredientes del huerto escolar. Aquí tienes una idea simple y divertida:
Ensalada Fresca del Huerto: Los ingredientes incluyen lechuga, tomates cherry, zanahorias ralladas, pepinos, pimientos de colores variados, rábanos, y hierbas frescas como albahaca, perejil o cilantro. Para el aderezo, se necesita aceite de oliva, jugo de limón, sal, pimienta y opcionalmente miel. Preparar la ensalada es sencillo: lavar y cortar las verduras, mezclar todos los ingredientes en un tazón grande, preparar el aderezo en un frasco pequeño y verterlo sobre la ensalada.
Actividad Extra: Decoración de platos y recolección de ingredientes del huerto pueden hacer la comida aún más atractiva y educativa.
Implementar huertos escolares es una excelente manera de enseñar a los niños sobre sostenibilidad y alimentación saludable. A través de actividades prácticas y divertidas, los estudiantes pueden desarrollar habilidades importantes y aprender a cuidar su salud y el medio ambiente. Al involucrarse en el proceso de jardinería, los niños adquieren conocimientos sobre el ciclo de vida de las plantas, la importancia del suelo, el agua y la luz solar, y el impacto positivo de consumir alimentos frescos y orgánicos.
Además, estos proyectos fomentan hábitos alimenticios saludables desde una edad temprana, lo que puede tener beneficios duraderos en su bienestar físico y mental. Al trabajar en equipo, los estudiantes también mejoran sus habilidades sociales y de colaboración, aprendiendo a comunicarse y resolver problemas juntos. La jardinería ofrece una forma tangible de conectar con la naturaleza, ayudando a los niños a desarrollar una apreciación y respeto por el medio ambiente, lo que puede inspirarles a ser futuros defensores de la sostenibilidad.
La experiencia de mantener un huerto escolar también enseña responsabilidad y paciencia, ya que los estudiantes deben cuidar las plantas regularmente y esperar a que crezcan. Esta práctica de cuidado y atención puede trasladarse a otras áreas de sus vidas, fomentando una actitud diligente y perseverante. Además, al integrar estas actividades en el currículo escolar, se puede enriquecer el aprendizaje en ciencias, matemáticas y estudios sociales, haciendo que los conceptos abstractos se vuelvan más concretos y comprensibles a través de la experiencia directa.
En resumen, los huertos escolares no sólo proporcionan un medio para enseñar a los niños sobre sostenibilidad y alimentación saludable, sino que también sirven como una herramienta educativa integral que apoya el desarrollo de habilidades académicas y personales. Al implementar y cuidar estos huertos, estamos preparando a las futuras generaciones para vivir de manera más saludable y responsable, con un profundo respeto por el medio ambiente.
Fuentes bibliográficas:
American Community Gardening Association. (s.f.). Recursos. Recuperado el 15 de agosto de 2024, de https://www.communitygarden.org/
National Farm to School Network. (s.f.). Recursos de Farm to School. Recuperado el 15 de agosto de 2024, de http://www.farmtoschool.org/